miércoles, 18 de abril de 2012

Relato: Una historia sin final

Entré en la sala intentando dejar de pensar en él por un segundo, intentando borrar su imagen de mi mente y su voz de mi cabeza… quería evitar con todas mis fuerzas que el maldito recuerdo del adiós se repitiera de nuevo… Pero al sentarme frente a la pantalla llena de rabia y a punto de estallar, supe que él había estado allí… En la pantalla del ordenador estaba abierta la pestaña de tuenti y su perfil aún estaba como conectado.  Es curioso cómo el mundo sigue girando aunque tu mundo se pare. Y el mío se había parado desde que él no estaba conmigo. Volví a mirar la pantalla de tuenti. Si la sesión aún estaba abierta, seguramente hacía pocos minutos que se habría marchado… Quizá se había ido deprisa para no cruzarse conmigo. Quizá sólo esperaba que volviera a pensar en él, aunque no hacía falta, no he dejado de hacerlo ni un segundo desde que rompimos…
Al volver a casa de vuelta del instituto no hacía más que preguntarme una y otra vez por qué razón lo había dejado escapar, fui una cobarde al callarme mis << te quiero >> y ahora ya no podría decirlos nunca más… Me senté en mi cuarto y vi su foto y, mirándola,  supe que no podría pasar ni un día más sin él, tenía que decírselo, así que, sin saber cómo empezar, le escribí una carta:
 << Sé que las palabras sólo son palabras… Y pueden perderse en un segundo, pero no se me ocurre otra manera de decirte lo que siento… Y es que cuando te tengo delante no soy capaz de explicarte las mil razones por las que no podemos separarnos, por las que dejarlo sería una locura… Si te veo, me muero de ganas de abrazarte y besarte y borrar tus lágrimas con cada uno de mis besos… Dijiste que te olvidara, pero eso es imposible… Si tu has podido hacerlo, dime cómo, porque por más que lo intento no puedo. No puedo borrar tu mirada, tus caricias, tus sonrisas, tus << te quiero >>. Cuando cierro los ojos, todo lo que veo eres tú… Te echo de menos. Echo de menos el roce de tus labios en los míos, el calor de tu cuerpo cuando te tumbabas a mi lado a escuchar nuestra canción una y otra vez… Ese cosquilleo que se dibujaba en tu piel cuando te acariciaba el pelo, tu manera de mirarme cuando necesitabas un abrazo, tu manera de abrazarme cuando tenía miedo… Y ahora soy yo la que tiene miedo, miedo de perder todos esos momentos, de no volver a tenerte, miedo de que me olvides… No lo hagas… Porque con tu olvido no sólo se borrarán todos nuestros recuerdos, con tu olvido se borrará lo que soy y lo que siento y sólo podré sentarme a esperar a que pase el tiempo… Una vez dijiste que estabas tan feliz a mi lado que lo nuestro parecía un cuento de hadas… ¿Lo recuerdas? Si aún puedes recordarlo, no dejes que este cuento tenga este final, vuelve y escribe conmigo cada una de las páginas de nuestra historia… Te quiero y nunca dejaré de hacerlo… >>.

Sonó el timbre de casa. No pensaba ir, no tenía ganas de nada, hacía 2 días que le había dejado la carta en su taquilla y aún no sabía nada… El timbre volvió a sonar y fui a la puerta decidida a echar al que estuviera al otro lado. Pero abrí y… Él estaba allí. Las palabras se atropellaron entre mi cabeza y mis labios y no dije nada, esperé que leyerá en mi silencio y lo miré esperando su respuesta… Entonces se acercó, mi carta en la mano, un << te quiero >> en los ojos y un beso en los labios que escondía un nombre… El mío. Y juntos escribimos una historia sin final…

                                                 De:  Estefanía Guerrero Meroño

No hay comentarios:

Publicar un comentario