Dentro del proyecto Comenius “Protección de los animales en Europa”, los alumnos de secundaria han elaborado una representación artística de un animal mitológico. Este trabajo lo realizaron en la materia Plástica. El resultado final está expuesto en el centro.
miércoles, 30 de mayo de 2012
Comenius: Grecia
Durante el mes de marzo de 2012, un grupo de alumnos y profesores del centro viajó a Grecia para participar en el encuentro dentro del proyecto Comenius que se está llevando a cabo en nuestro instituto. Durante esta salida se visitaron las ciudades de Atenas y Volos.
Presentación Grecia fotos
Presentación Grecia fotos
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Comenius: Meeting in Germany
Aquí tenéis unas fotos de la salida a Alemania realizada por un grupo de alumnos y profesores para asistir a un encuentro parte del proyecto Comenius, Animal Protection in Europe, que se está llevando acabo en el centro.
Meeting in germany
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Comenius:" Kipling"
En el marco del Proyecto Comenius los alumnos han realizado esta presentación sobre "El libro de la selva". Musical interpretation of some poems of the book "The jungle". Rudyard Kipling
Rudyard kipling
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lunes, 28 de mayo de 2012
Viaje de estudios 2012
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El día 12 de Marzo salimos de La Unión rumbo a Galicia
acompañados por los profesores César y Elvira. El viaje fue largo pero para
cenar ya estábamos en las Rías Bajas, donde teníamos el hotel.
Al día siguiente (13 de Marzo ) por la mañana salimos en
peregrinación hacia Santiago de Compostela, donde visitamos la ciudad y su
catedral, posiblemente la obra arquitectónica más impresionante que vimos en
nuestro periplo por tierras gallegas. Por la tarde visitamos La Coruña.
Al día siguiente (14 de Marzo) nos dirigimos hacia
Pontevedra y a mediodía a Vigo, en cuyo Mercado de la Piedra pasamos varias horas
comprando.
El día 15 de Marzo visitamos El Grove desde donde tomamos un
barco hacia la isla de La Toja. En
el trayecto nos dimos un gran festín de mejillones recién sacados del mar. Por
la tarde visitamos las poblaciones de Muros y Noia.
Los días 16 y 17 de Marzo, estuvimos en Salamanca,
concretamente desde la tarde del 16 hasta media mañana del 17. El primer día
visitamos la catedral, la casa de las conchas y la famosa universidad donde a
algunos les costó encontrar la rana. El 16 por la noche nos dimos una gran
fiesta por el barrio universitario hasta que el cuerpo aguantó, aquí están las
pruebas…..
María Elvira Sánchez Corbí
jueves, 24 de mayo de 2012
DE ROBOTS Y DE HOMBRES
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El pasado mes de enero, el equipo de
En estas
líneas voy a hacer un breve repaso de algunas de esas obras y de los temas que
plantean, siguiendo el orden que la exposición nos planteaba, desde el
atrevimiento inconsciente del doctor Frankenstein hasta la rebelión de las
inteligencias artificiales creadas por el hombre.
Frankenstein nos interesa mucho más, ya que
plantea un motivo repetido después por la ciencia ficción hasta la saciedad: el
conflicto entre la ciencia y potencias misteriosas que escapan al control de la
razón. En toda una declaración de intenciones de lo que supone el movimiento
romántico, Mary Shelley nos habla de que el ser humano no se puede reducir
exclusivamente a una serie de principios racionales y de que hay otros
elementos que configuran nuestro comportamiento, al margen del determinismo
científico. El resultado es un ser artificial que termina revelándose contra un
creador que lo desprecia, considerándolo una abominación fruto de la osadía del
hombre que juega a ser dios.
150 años
después de la publicación de Frankenstein,
el estadounidense Philip K. Dick alumbró una extraña novela, Sueñan los androides con ovejas eléctricas,
en la que, entre otros muchos temas, volvíamos a encontrar la figura del ser
artificial en busca de una explicación a su existencia. Ese tema fue el central
de su adaptación cinematográfica en 1982: Blade
Runner, con la que Ridley Scott marcó un hito en el cine de ciencia
ficción.
El fim es
deslumbrante y a nadie puede dejar de conmover la rebeldía de los replicantes, condenados a una existencia
efímera, en una exageración de lo que es, al fin y al cabo, la vida de
cualquiera de nosotros. Es por ello por lo que, cuando Roy Batty (Rutger Hauer)
pronuncia su parlamento final, poco antes de morir, el espectador sensible
tiene ya listo el nudo en la garganta y hace suyas las palabras del auténtico
héroe de la función:
Yo... he visto cosas que
vosotros no creeríais... atacar naves en llamas más allá de Orión, he visto
rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como
lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.
Roy Batty daba paso en la
exposición a una serie de películas que nos planteaban importantes
interrogantes en la relación entre el hombre y el humanoide: ¿Cómo se enfrenta
un ser artificial a la vida? ¿Dónde está la frontera entre los sentimientos y las
respuestas mecánicas predeterminadas? ¿Existe el alma?
Tanto Yo, robot (Alex Proyas,
2004), como El hombre bicentenario
(Chris Columbus, 1999) e Inteligencia
artificial (Steven Spielberg, 2001) nos presentaban a seres artificiales en
busca de su humanidad. Las dos primeras parten de textos de uno de los grandes
maestros de la ciencia ficción, Isaac Asimov, que a lo largo de toda su carrera
indagó en las nuevas posibilidades que la vida artificial abrían a la
existencia humana y al nuevo orden que se derivaría de ellas. A partir de sus
tres leyes de la robótica, que aseguraban la convivencia pacífica entre hombres
y máquinas[1],
desarrolla todo un imaginario en el que los avances cibernéticos generan un
orden social nuevo.
http://www.youtube.com/watch?v=xR3TT0nSORc
http://www.youtube.com/watch?v=xR3TT0nSORc
Inteligencia artificial nos ofrece una versión futurista de Las aventuras de Pinocho en la que la
marioneta es ahora un androide capaz de amar, con la apariencia de un niño,
que, después de ser abandonado por su familia adoptiva, busca con obstinación
al Hada que lo convierta en un ser de carne y hueso. Película emocionante a veces y, en ocasiones, sensiblera, Inteligencia artificial ofrece la
hermosa odisea de una máquina en busca de la humanidad en una sociedad,
paradójicamente, cada vez más deshumanizada.
Lo del protagonista de Robocop (Paul Verhoeven, 1987) es un
caso aparte: híbrido entre hombre y máquina, la primera de sus dimensiones
acaba por imponerse y nos demuestra que somos algo más que un conjunto de
órganos en funcionamiento destinados a ser productivos y válidos sólo en la
medida que no les generemos demasiados problemas a nuestros gobernantes.
Envuelta en una violencia extrema y en la aparente intrascendencia del cine de
acción, Robocop proyecta una
interesante crítica a la injerencia de las corporaciones privadas en el mundo
de la política y a los difusos límites entre lo privado y lo público, por
desgracia, de rabiosa actualidad.
En esta misma línea se sitúa la
novela Globalia (Jean-Cristophe
Rufin, 2004), en la que el gobierno de los países no lo ejercen los políticos
electos sino los intereses privados, ocultos en las sombras, que manipulan a
una ciudadanía que sacrifica su libertad para gozar del estado de bienestar.
Sólo unos pocos saben lo que realmente ocurre más allá de las interminables
cúpulas de cristal que actúan como frontera entre los países desarrollados y el
tercer mundo, ya que toda comunicación está severamente controlada y a casi
nadie parece apetecer alterar un orden en el que el sufrimiento de muchos facilita
la comodidad de una minoría:
En Globalia, la libertad de expresión era total. Muy pocos, sin embargo, se
apartaban en lo que decían de las opiniones convenidas. Oficialmente, no había
nada que temer por decir lo que uno quisiera. Pero, con todo, era perceptible
una sorda indignación cada vez que uno expresaba opiniones discordantes, en
especial si contenían críticas acerca de la sociedad gñobaliana. Todos admitían
unanimente que Globalia era una democracia perfecta y que era una suerte
inmensa vivir allí.[2]
-¿Qué es una máquina? Esa palabra se ha definido de muchos modos. Esta es una
definición de un diccionario normal: Cualquier instrumento o mecanismo mediante
el cual se ejerce y aplica una fuerza, o se produce un efecto deseado. Muy
bien, entonces, ¿no es el hombre una máquina?[3]
La vida es una permanente
dialéctica, de manera que, si los robots aspiran a ser humanos, parece lógico
que la humanidad tienda a la robotización, como las escalofriantes imágenes del
comienzo de Metrópolis (Fritz Lang,
1927) nos hacen ver.
En 1936, Charles Chaplin, con
sus Tiempos modernos, tuvo la lucidez
de advertirnos sobre la deshumanización que llevaba aparejada la
industrialización irracional.
En 1967, otro genio del humor,
el francés Jacques Tati, nos presentaba en Playtime
una sociedad dominada por la incomunicación y el aislamiento y en la que todo
iba muy deprisa.
Tal velocidad alcanzan los
automóviles en Fahrenheit 451 (François Truffaut, 1966) que los carteles
publicitarios se construyen kilométricos para que la gente pueda verlos; la
sociedad del mundo que creó la pluma de Ray Bradbury condena todo lo que sea
distinto y persigue a la cultura y al espíritu crítico convirtiendo a la
humanidad en una masa homogénea, idiotizada por la televisión (¿se parece a
algo que conozcáis?). En 1973, Woody Allen ofreció su cómica visión de la
distopía en El Dormilón.
En Los sustitutos (Jonathan Mostow, 2009) versiones robóticas
mejoradas de nosotros mismos ocupan nuestro lugar en el mundo y somos incapaces
de enfrentarnos a la realidad, más allá de lo virtual.
El rechazo a lo que es distinto
y la existencia concebida como una interminable cadena de producción son temas
que cobran un nuevo empuje con los avances en investigación genética, algo que
no podía ignorar el cine
Gattaca (Andrew Niccol, 1997) nos
introduce en una sociedad en la que los individuos son muy parecidos, no por la
educación o los condicionantes culturales, como en Farenheit 451, sino porque han sido manipulados genéticamente. Se
abre así una nueva puerta para la estandarización humana con los inevitables
conflictos éticos.
Y a conflictos éticos nos
enfrenta precisamente Moon (Duncan
Jones, 2009): cuando podemos tener todos los clones que queramos de una
persona, ¿a quién le hacen falta los robots?
El ultimo alto en este siniestro
camino es Nunca me abandones (Mark
Romanek, 2010), adaptación de la novela de Kazuo Ishiguro del mismo título.
En
Hailshan, se forma a los niños con un propósito muy especial: han sido creados
genéticamente para ceder sus órganos a otras personas, de manera que, con su
sacrificio, la enfermedad casi ha desaparecido de la Tierra y se ha prolongado
la esperanza de vida por encima de los cien años.
¿Estaríamos dispuestos a crear a
seres humanos artificialmente para acabar con las enfermedades del mundo, a
costa de la vida de ellos?
Ahora bien, ¿qué puede pasar si
el mecanismo que hemos creado nos supera en cualquier ámbito hasta llegar al
punto de que no somos más que un torpe estorbo?
En 1993, el estadounidense
Vernon Vinge afirmaba que estábamos en vísperas de un cambio comparable al
surgimiento de la vida humana. Argumentaba que el acelerado desarrollo
tecnológico hará que los cambios se produzcan mucho más rápido que en el pasado
y que en unos treinta años se habrá creado una superinteligencia artificial
sobre la que perderemos el control, de manera que el poder ya no estará en manos
únicamente del ser humano; la era humana habrá concluido.
Pero el agorero de Vinge no
decía nada nuevo. Los que hemos leído a Phillip K. Dick ya estábamos alertados
y el cine también nos ha llamado la atención sobre ello.
Buena muestra de ello es Terminator (James Cameron, 1984), clara deudora de la
ficción de K. Dick y que pone imágenes a la teoría de Vinge. En su relato La segunda variedad, Dick lanza al aire
esta oscura pregunta, respecto a los soldados mecánicos que se han alzado
contra los seres humanos:
Me pregunto si no estaremos presenciando el principio de una nueva especie.
La nueva especie. Evolución. La raza que sustituirá al hombre.[4]
Más suerte corrió la especie
humana en Tron (Steven Lisberger, 1982):
la incursión de su protagonista en el mundo virtual del malvado Control central de programas frustró sus
planes de dominación mundial.
Y si de mundos virtuales se
trata, la película por excelencia es Matrix (Hermanos Wachowski, 1999), donde
el hombre vive su vida, ignorante de que es un esclavo de las máquinas,
enredado en la realidad virtual que éstas han diseñado a su medida.
El repaso dado nos da una buena
idea de que la ciencia ficción no es el género menor que prejuiciosamente se ha
venido considerando y que contiene, más allá del puro divertimento,
interesantes consideraciones sobre la condición humana y su destino, que por
desgracia no suele presentarse como muy halagüeño.
En cualquier caso, no todo está
perdido si las nuevas generaciones están dispuestas a reflexionar sobre todo lo
que nos anticipan estos autores visionarios y a valorarlo con sentido crítico,
como han hecho los alumnos que colaboraron en la preparación de la exposición:
Manuel Alcaraz Salvago, Ether López, Juan José Manzanares, Estefanía Martínez,
Beatriz Mercader, Juan José Robles, Esteban Romero, Laura Serrano, Encarni
Sanes y Joel Sarango.
Con el agradecimiento a su
trabajo, termino.
Ignacio García Fornet
Ignacio García Fornet
[1] 1: Un robot no puede hacer daño a un
ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.2: Un robot
debe obedecer las órdenes dadas
por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley. 3: Un
robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no
entre en conflicto con la
Primera o la
Segunda Ley.
[2] Globalia, Jean-Cristophe
Rufin, Barcelona, Anagrama, 2005.
[3] <<El maestro de ajedrez de Moxon>>, en ¿Pueden
suceder tales cosas?, Ambrose Bierce, Madrid, Valdemar, 2005.
[4] Cuentos completos, Philip
K. Dick, Barcelona, Minotauro, 2007.
Sobre Jorge Luis Borges...
Y LOS LABERINTOS DE LA LECTURA

Su obra
«Ficciones», es un recopilatorio de
relatos, dividido en dos colecciones: «El
jardín de los senderos que se bifurcan» y «Artificios». Entre los temas tratados
por Borges en este libro, destaca el tema del tiempo, más concretamente el
tiempo infinito, que muchas veces tiende a asociar con lo circular. Así ocurre
en el relato «las ruinas circulares», en el cual un hombre crea a través de la
imaginación a otro ser humano, y al final, se da cuenta de que él mismo es la
invención de otro hombre superior; o en «el jardín de los sederos que se
bifurcan», en el cual aparece un “libro-laberinto” que tiene un carácter
circular, pues entre las múltiples posibilidades de seguir la narración, cabe
la posibilidad de volver a empezar la novela de manera cíclica, infinita.
Otro de
los recursos más usados por Borges a la hora de componer sus textos es la
invención de obras, o incluso autores, que en realidad no existen. En sus
relatos, crea historias a través de otros libros y escritores que nombra, que
son producto de su imaginación. Él mismo consideraba que, antes de realizar el laborioso
trabajo de escribir un libro, prefería inventar un mundo en el que dicho libro
estuviese ya escrito. Ejemplo de esto es el relato de «Tlön, Uqbar, Orbis
Tertius», en el que se habla de una secta que en secreto, había creado una
basta enciclopedia de un mundo imaginario; o «La Biblioteca de Babel»,
que narra un mundo ficticio en forma de Biblioteca (otro recurso muy utilizado
por Borges) infinita, que nunca acababa y que contenía todos los libros
existentes, a veces sin sentido debido a la combinación aleatoria de las
letras.
El
pensamiento filosófico deja huella en las obras de Borges, lo que él mismo
admite. Muchos de sus relatos están influenciados en las teorías de filósofos
como John Locke, Nietzsche, Schopenhauer... y otros escritores. Así, muchas de
sus obras son breves ensayos, en los que trata de dar una explicación de
diversos pensamientos filosóficos, o en otros casos, de desarmar los argumentos
de ellas. El propio Borges dice: « No soy un pensador ni un moralista, sino
sencillamente un hombre de letras que refleja en sus escritos su propia
confusión y el respetado sistema de confusiones que llamamos filosofía, en
forma de literatura.»
En la
primera colección, «El jardín de los senderos que se bifurcan», vemos con gran
claridad el tema de lo infinito, que a veces, une con la invención del algún
libro, autor o mundo.
En
«Tlön, Uqbar, Orbis Tertius», cuyo personaje principal es el propio Borges, se
narra el descubrimiento por parte de éste, de una basta enciclopedia que
encierra el conocimiento de un mundo desconocido para la humanidad: Tlön. Este
tomo acerca del idílico paraje, contiene la biología, geología, idiomas (y sus
dialectos), filosofía, sistema numérico, etc de este mundo y su gente, un mundo
mágico y nuevo, regido por el idealismo. Tan enormes son los conocimientos que
contiene el libro, que hasta se considera que esa tierra, Tlön, existe de
verdad. Sin embargo, al final del relato, se da una explicación más o menos
coherente: al parecer, una secta de varios siglos de antigüedad, se organiza
para la escritura de una enciclopedia, que haga creer a la gente de la
existencia de un mundo distinto al nuestro.
En
«Pierre Menard, autor del Quijote», Borges vuelve a utilizar el recurso de
inventar libros y autores. Aquí, Pierre reescribe El Quijote de Cervantes repitiendo palabra por palabra, coma por
coma. El atrevido ingenio de Borges sugiere que la misma obra, punto por punto,
es distinta según la época en la que se componga ya que la visión del mundo de
sus autores es diversa y el significado que para ellos tienen las mismas
palabras, también.
Junto a
estos dos relatos, «Examen de la obra de Herbert Quain» es otro ejemplo de la
gran capacidad imaginativa de Borges, capaz de crear autores con obras extensas
y complicadas, que en realidad no existen, sólo dando a intuir los pensamientos
y la manera de escribir del escritor.
«La
lotería en Babilonia» es un cuento bastante interesante que explica el
surgimiento de una lotería bastante especial en esta utópica región. Ésta es
creada y organizada por una organización llamada La Compañía , y empezó siendo
como las demás: el número ganador recibía un premio. Pero al ver el poco éxito
que suscitaba esta práctica, se decidió cambiar las normas del juego: ahora
también habría un perdedor, que recibiría un castigo. Así, el castigo o el
premio también quedaban en manos de otro sorteo sucesivo, y las condiciones del
castigo y el premio, así como las consecuencias del mismo, a otro más. De esta
manera, el destino queda en manos de la lotería, mediante sorteos infinitos. La
realidad es una lotería, en manos de la Compañía... «Babilonia no es otra cosa que un
infinito juego de azares»
«Las
ruinas circulares», «La biblioteca de Babel» y «El jardín de los senderos que
se bifurcan» son el resto de cuentos que completan la primera colección de
Ficciones. En ellos se vuelve a mostrar la preferencia que tiene Borges por el
tema de lo infinito. En el primero, un hombre (“el soñador”), mediante el
sueño, trata de crear un ser humano. Tras un arduo camino, consigue hacerlo con
ayuda del Dios fuego. Su hijo queda destinado en otro templo, y el soñador se
entera mediante habladurías de que su creación es capaz de caminar sobre el
fuego sin quemarse. Al final del relato, el soñador se da cuenta de que le ha
llegado la hora de morir, y mientras agoniza, se acerca a un gran fuego que,
para su sorpresa, no le quema. Es entonces cuando se da cuenta de que él
también fue creado, es producto del sueño de otro hombre.
En el
segundo, Borges nos crea un mundo, en forma de biblioteca que es enorme (aunque no infinito). En él se
encuentran grandes celdas hexagonales, que contienen libros con todas las
combinaciones posibles de los 25 caracteres que constituyen el lenguaje del
utópico lugar. Así hay novelas incoherentes debido a la combinación de las
letras, y otras que si tienen sentido. Los hombres de este mundo vagan por él,
leyendo los libros de la biblioteca, buscando el fin y el principio de ella,
cosa imposible debido a su inmensidad; es tan extensa que parece infinita.
En el
tercero, vuelve a hacer uso de lo infinito (y de la invención de novelas dentro
del cuento), mediante la narración de un relato de espías. Un infiltrado de la
guerra, huyendo de su captor, llega a la casa donde un hombre investiga la obra de su antepasado. Este
antepasado dejó un trabajo escrito, a modo de laberinto, infinito y circular,
que podía tener múltiples historias según la elección que tomase el lector en
cada momento.
La
segunda colección de este libro se llama «Artificios», y comprende 9 cuentos
entre los que se incluye el que para Borges es su mejor trabajo, «El sur» (el
último que escribió de su puño y letra antes de que la ceguera le dejase
incapacitado para la labor de la escritura). Otros de los destacados dentro de
esta colección son «Funes, el memorioso”, que en palabras de Borges es «una
metáfora del insomnio»; y «La muerte y la brújula», una enmarañada historia de
venganza.
En
«Funes, el memorioso» se narra el encuentro del protagonista con Ireneo Funes,
un joven un tanto peculiar (sabía a cada
instante la hora del día sin mirar el reloj). Luego, tras sufrir un accidente,
comienza a ser capaz de recordar pormenorizadamente cada objeto y fenómeno con una memoria increíblemente
prodigiosa . Ahora Funes lo recuerda todo, y cada percepción que tiene
es, para él, una característica única e inolvidable. Crea un sistema numérico
un tanto especial, en el que cada número pasa a denominarse con un nombre
concreto, y planea hacer una clasificación en su memoria de todos sus recuerdos.
Al final desiste de esa tarea, pues le llevaría toda la vida tan solo
clasificar sus recuerdos de niñez, y muere de congestión pulmonar años después.
«La
muerte y la brújula» cuenta una trama policíaca, en la que un investigador
trata de resolver una serie de crímenes que, según las pruebas, tienen como
objetivo el descubrimiento del nombre de Dios. El investigador consigue llegar
hasta el escenario donde se producirá el siguiente asesinato, pero es atrapado
y descubre que, en realidad, todo ha sido una trampa para cazarle, pues el
asesino lo que quiere es vengarse del investigador que encarceló a su hermano.
En «El
milagro secreto» se cuenta la vida y la
muerte de un escritor checo , fusilado por la Gestapo. En las
milésimas de segundo justo antes de su muerte, el tiempo se paraliza durante un
año. Esto sucede debido a que el hombre le pide a Dios un año de tiempo para
poder terminar una de sus obras, y al parecer, dicho tiempo le es concedido.
En «La
forma de la espada» se narra la historia de un hombre que traiciona sus
principios para poder salvar su vida en la guerra; «Tema del traidor y el
héroe» especula acerca de que la revolución en Irlanda estuvo planeada por los
gobernantes; «La secta del fénix» habla sobre una secta secreta con un gran
secreto y un rito bastante peculiar; «El fin» trata de un duelo de venganza
entre dos hombres, con trágico final
para uno de ellos; y «Tres versiones sobre Judas» nos da una alternativa a la
historia del apóstol contada en la Biblia. Tras largas investigaciones teológicas,
un escritor descubre que Judas, el gran traidor, en realidad es la encarnación
de Dios.
Por
último, en «El sur» se nos narra la historia de un hombre que, “atrapado en la
gran ciudad”, anhela ir a una casa que tiene en el Sur y que perteneció a su
abuelo. Un día, sufre un accidente al darse con un saliente en las escaleras,
por lo que es ingresado en el hospital y queda al borde de la muerte. Sin
embargo, consigue salir de este trance, y decide emprender un viaje hacia el
Sur. Estando cerca de su destino, se involucra en una pelea en un bar, y acaba
muerto tras un duelo a cuchillo. Al final del cuento, Borges nos da a entender
que en realidad el hombre murió en el hospital, y que ante la idea de una
muerte tan absurda, su mente imagina otra forma de dejar este mundo más
parecida a la que tuvo su abuelo: «Sintió, al atravesar el umbral, que morir en
una pelea a cuchillo, a cielo abierto y acometiendo, hubiera sido una
liberación para él, una felicidad y una fiesta, en la primera noche del
sanatorio, cuando le clavaron la aguja. Sintió que si él, entonces, hubiera
podido elegir o soñar su muerte, ésta es la muerte que hubiera elegido o
soñado».
En
«Ficciones», los cuentos son en realidad una especie de ensayos literarios, con
temas como lo infinito o lo circular. En ellos, Borges utiliza las palabras
para “ficcionar” los hechos reales. Haciendo que todos los cuentos parezcan
tener algo en común, nos hace pensar que nos va a llevar a un final que una
todos los relatos, cuando en realidad estos nos llevan a la nada, a la
inmensidad de lo infinito.
MANUEL CARLOS ALCARAZ SALVAGO
MANUEL CARLOS ALCARAZ SALVAGO
jueves, 17 de mayo de 2012
Nuestros alumnos en la Universidad
Los alumnos asistieron a la Universidad de Cartagena para exponer y explicar todas su creaciones. Tuvieron la oportunidad de mostrar el funcionamiento de multitud de aparatos y dispositivos creados integramente por ellos. Algunos colegios asistieron y disfrutaron de las explicaciones de nuestros alumnos.
Profesor responsable: Salvador Saura
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viernes, 11 de mayo de 2012
ACTIVIDADES DE EDUCACIÓN FÍSICA
Desde el departamento hemos intentado dinamizar la vida del centro al mismo tiempo que mejoramos nuestra salud. Por lo tanto nuestras actividades han intentado hacer trabajar nuestro corazón y disfrutar de ellas.
Por ello, os damos las gracias por participar y cuidar vuestra salud haciendo actividad física y deporte. Y como muestra, y mejor que mil palabras, os mostramos un video donde están resumidas las actividades realizadas.
Esperamos que disfrutes del video y que el próximo año participéis en todas las actividades con la misma ilusión.
Leo, César y Josemi.
“LOS OFICIOS DESAPARECIDOS EN LA UNIÓN”
Por
Salvador Saura Vivancos
En la anterior revista presentamos el
oficio más emblemático que se ha desempeñado en la ciudad de La Unión, el de
minero. En la presente trataremos de dos oficios de los muchos que estuvieron vinculados con la minería:
constructores de chimeneas mineras y fabricantes de maquinaria para la minería.
CONSTRUCTORES DE CHIMENEAS MINERAS
Fotografía sacada del periódico La Verdad, de Murcia. 7-10.1978.
Unas tenían forma
de pirámide cuadrangular truncada y otras, la mayoría, de cono truncado. Se
construyeron con dos finalidades: o bien, para extraer los humos desprendidos
por las calderas de las máquinas de vapor que se encargaban de hacer bajar y
subir las jaulas que pendían de los castilletes, también, para hacer funcionar
los martillos perforadores; o bien, para
expulsar los humos de los hornos donde eran fundidos los minerales. Todas
aquellas chimeneas de la Sierra Minera que tienen cerca una caseta de
extracción pertenecen al primer tipo, cuando están solas, corresponden al
segundo.
En la construcción
de una chimenea se empleaban unos tres o cuatro meses y se requería el trabajo
de cuatro obreros a lo sumo. Se utilizaban ladrillos cortados en distintas
medidas, desde cincuenta centímetros hasta quince, pasando de cinco en cinco.
El diámetro de la base venía a ser de algo más de un metro y éste se iba
estrechando hasta llegar a su final en menos de la mitad, unos cuarenta y cinco
centímetros aproximadamente. Además del ladrillo, los obreros utilizaban como
materia de unión la argamasa (mortero), mezcla de arena, cal y agua. El trabajo
lo hacían ascendiendo por el interior a través de unos andamios con hierros y
maderas, en las zonas más altas mediante escalerillas de hierro, donde eran
frecuentes los accidentes provocando, en los
trabajadores que los sufrían, numerosas contusiones y fracturas.
En la entrevista
publicada por el periódico La Verdad (7-10-1978), Félix Alcaraz Benavente manifestaba que se sentía orgulloso
de que le llamaran “El Chimeneas”, apodo con el que también era conocido su
padre - José Alcaraz Alcaraz - y su abuelo, por tratarse de los que levantaron
buena parte de las chimeneas que salpicaron la Sierra Minera, consiguiendo
algunas de ellas perdurar hasta nuestros días.
En la actualidad,
tras ser derribada en el 2003 la chimenea ubicada en la mina “ Ocasión”, sólo quedan en pie dieciséis.
Éstas se encuentran en los siguientes lugares: mina “Lo Veremos,1”, mina
“Trinidad”, mina “Ntra. Sra. de Montserrat”, mina “San Isidoro”, zona de “La
Parreta”, mina “Camarón”, mina “Francisco Javier”, mina “Oportunidad”, la fábrica “Roma” de El Descargador, zona de
“El Lazareto”, cercanías de “El Lazareto”, huerta de “Juan Martínez Conesa”,
cerca de la pedanía de Portmán, detrás del muelle de la “Pescadería” de Portmán, cerca de las
“Casas Baratas” de Portmán, mina “San
Juan Bautista” y mina “Telémaco”.
Todas estas
chimeneas están declaradas por Ley de Patrimonio Histórico Español de 25 de
junio de 1985, al igual que el resto de artilugios y construcciones mineras de
la Sierra de Cartagena-La Unión, como Bien de Interés Cultural.
Chimenea fundición de Roma
Chimenea de la mina
“Trinidad”.
En la parte superior, aparece la chimenea de la mina “Montserrat
Chimenea de la mina “Lo Veremos 1”.
|
Maquinista de
Levante. 1898. Foto perteneciente a la colección de José Luis Adorna Bueno
|
Miguel Zapata (El
Tío Lobo), con el fin de abastecer de tecnología el gran imperio que tenía en
la Sierra Minera de Cartagena-La Unión, en 1890 levanta la Maquinista de
Levante en el espacio que, en parte, ocupaba la fundición de San Luis, hasta
entonces, regentada por Bernardo Santamaría.
En la factoría se
llegó a fabricar todo tipo de maquinaria destinada a la explotación minera: castilletes metálicos, piezas de la máquina de
extracción, calderas, motores eléctricos, grupos horizontales y verticales de
30 cm3, bombas centrífugas… Para ello contaba con varias salas y
talleres: mecánica y caldera, electrotecnia y bobinado de motores, bombas de
lodos, fundición, carpintería… En la fábrica llegaron a trabajar más de 350
operarios.
Patentó la
fabricación de las bombas centrífugas “Levant”, llegando a producir 250
anuales, no sólo para la minería de la zona, también se vendieron por todo el
territorio nacional, pues su rendimiento (35l/s a una profundidad de 325 m) la
convirtió en una de las mejores de España.
No es de extrañar
que los ingenieros y operarios del “Taller”, como cariñosamente llamaban a la
factoría, alcanzaran justa fama, llegando a ser muy considerados en el gremio
de la industria minera. El primer ingeniero fue Antonio Beltrán Borrell, le
sucedieron Felipe López Morales, Alberto Collado Ruiz, Antonio Doncel, Joaquín
García Stañ, José Crespo… Entre los operarios distinguimos: Antonio Martínez
(maestro fundidor), José Bastidas (maestro maquinista), José Sanes, Alfonso
Navarro Egea, José Méndez García, Alfonso Díaz (Fotos Díaz), Jerónimo Heredia,
Antonio Torralba, Bernardo Sedano, Antonio y Fernando Planillas, Juan Ros,
Manuel Blázquez, Juan Gambín, Salvador Molina, Víctor Saura, Ramón y Policarpo
Pagán, Carmelo Zamora, Andrés y José Cazorla, Nicolás Salmerón, Juan Pedro
Rubio, Joaquín Serrano, Mateo Manrubia, Diego Belmonte… E incluso Asensio Sáez,
Hijo Predilecto y artista que inmortalizó el nombre de La Unión en la
Literatura y que dio a conocer nuestro municipio fuera de nuestras fronteras,
siendo jovencísimo trabajó en sus oficinas.
Además de las
actividades dirigidas a la minería, de su taller de fundición salieron las
estructuras metálicas del Mercado Público y bóvedas del Templo del Rosario,
también de algunas viviendas para acaudalados mineros.
El cierre de las
minas subterráneas provocado por la explotación “a cielo abierto” (canteras),
que se inicia en 1957, hizo que la factoría fuera a menos hasta 1988, año en el
que SSMM Peñarroya, que se había hecho dueña de la empresa, abandona las
labores mineras y con ellas, la Maquinista.
Tras algunas
intentonas de reanudación, desde el año 2000 se convierte en Recinto Ferial al
acoger algunos eventos de los que se
organizan durante las Fiestas del Rosario.
Una sirena,
conocida por todos como el “pito del Taller”, marcaba la hora de entrada y
salida a la factoría, también el ritmo de la vida cotidiana de la Ciudad;
sirena que hoy sigue sonando para recordar a los nostálgicos aquella época en
la que la Maquinista de Levante fue, sin lugar a dudas, uno de los iconos más
emblemáticos de La Unión.
En la calle Murcia
se ubicaba, desde finales del siglo XIX, el Taller de Albaladejo que si bien no llegó a tener la
importancia de la Maquinista de Levante, sí suministró maquinaria a los
pequeños propietarios mineros y a “los partidarios”. Albaladejo consiguió la
Medalla de Plata en el Concurso Internacional de Inventos, celebrado en Madrid
de 1907, premio otorgado a una prensa de vino por él inventada. La depresión de
1919, que se produjo tras la 1ª Guerra Mundial, conllevó el cese de cientos de minas, muchas de ellas
abastecidas por esta pequeña factoría, lo que provocó el cierre de la empresa
pocos años más tarde.
Al inicio del siglo
XX se levantó, cerca de la fundición Roma, el Taller de Maquinaria Pastor
Martínez, con un horno de cubilote de 100 cm3 que permaneció hasta
la década de 1940.
En los años 30, el
Taller de Nicolás Poyato Tortosa, en la C/. Alcalá Zamora, nº 30, consigue
hacer la competencia a la Maquinista, aunque sólo en el ámbito local. Se
anunciaba poniendo a disposición de los posibles clientes los siguientes
servicios: soldadura autógena, instalaciones para riegos, bombas centrífugas
horizontales y verticales, motores en aceite pesados, transmisiones para norias
y mecánica en general.
Sala de maquinaria de la Maquinista de Levante. 1925. Sacada de la revista Cartagena Ilustrada.
Taller de Albaladejo. 1913. Archivo Municipal de La Unión. Foto Carrillo.
Sala de maquinaria de la Maquinista de Levante. 1925. Sacada de la revista Cartagena Ilustrada.
viernes, 4 de mayo de 2012
Opiniones y peces
“Uno es propietario de sus opiniones como es propietario de peces, esto es, si se es propietario de una piscina. Hay que ir a pescar y tener suerte; entonces tiene uno sus peces, sus opiniones. Hablo aquí de opiniones vivas, de peces vivos. Otros se contentan con poseer una colección de fósiles y, en su cabeza, “convicciones.” (F. Nietzsche)
Desde cierta distancia vengo observando que una atmósfera, casi invisible, etérea, nos circunda, de modo que pasa desapercibida.
No huele, no hace ruido. Sus efectos parecer ser la indiferencia y la apatía que reinan últimamente en nuestras vidas.
Pero, estos son síntomas que se revelan en unos tipos muy concretos. Las fisionomías que los encarnan responden a los siguientes rasgos:
· Son aburridos, serios, monótonos y pesados.
· Son destructores de ilusiones.
· Son voceros del infortunio, agoreros de los emprendedores.
· Son personas nefastas que en vez de resolver un problema, lo embrollan y lo hacen difícilmente soluble para todos los que quieran ocuparse de él.
· Sus valores: estajanovismo, esfuerzo, karoshi…una vida pletórica de beneficios…, a costa de la energía positiva que han arrancado de todos los que les rodean. Han creado un “agujero negro” de “energía negativa”.
· Suelen acompañarse de retórica santurrona y nacionalista universal, esquizoespañoloide no necesariamente muy radical.
· El resentimiento y la venganza suelen ser sus “armas preferidas”, puesto que se desarrollan en diferido.
· Se atreven con todo. No dejan títere con cabeza.- Desde pequeño engrosan su vanidad, despreciando a todo y a todos los que no han podido emponzoñar con su diatriba.
· Dios está con ellos y no con los otros, pues no sería justo y bueno, si permitiese que a ellos les ocurriese algo…”no temerás los miedos de la noche, ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en la tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol” (salmo 91).
· Su carta de presentación: la dualidad órfica par-impar
Finito Infinito
Unidad Multiplicidad
Diestra Siniestra
Macho Hembra
En reposo En movimiento
Recta Curva
Luz Noche
Bien Mal
Cuadrado Oblongo
Lo par es la verdad, lo impar es siniestro (böse) y la hybris….?
· Su sueño, “el sueño americano”: Money, Money…pero en ritmos no japoneses, ingresos de Sierra Leona, nacionalizando a lo YPF. Por supuesto, a costa del sueño de sus Häftlinger.
· Su estética: muy colorista, con innumerables complementos que evocan la hípica, el glamour, los olores intensos, la mirada distante y la palabra sotto voce….”Todos los Celestiales exigen sacrificios.”
· No aceptan al que triunfa, porque su triunfo es el mérito de la mediocridad y disponer de buenos amigos “colocados”.
· Si el tósigo ha penetrado en el interior de vuestras entrañas, sus efectos son devastadores, pues creceréis creyendo que no os ha tocado, pero ha transformado de tal manera vuestra naturaleza, que ya no sois el cuerpo narcisista que os considerabais en otro tiempo, reivindicando en contra de esa parte maldita sometida a la temporalidad, al dolor, y, en último extremo, a la muerte.
· El vigor, la elegancia, el heroísmo, el júbilo, la envidia, la desconfianza y la difamación no sólo responden a un talante, ético, esas son sus “virtudes”, sino que esconden un desprecio que se aparta de la vida, pues ya no son capaces de hacer lo que desean por encima de todo; no son capaces de crecer por encima de ellos. Reniegan de la vida y de la tierra.
·En el interior de sus cuerpos y sus mentes, esos despreciadores de la vida, están incubando una nueva forma de “subjetividad”, una “nueva carne”. Dejara de ser natural, proliferarán en él los implantes y los injertos en un rediseño paroxista, sometido a la auscultación, sino a su hibridación, fragmentación e incluso vaciamiento.
· Su sueño, “el sueño americano”: Money, Money…pero en ritmos no japoneses, ingresos de Sierra Leona, nacionalizando a lo YPF. Por supuesto, a costa del sueño de sus Häftlinger.
· Su estética: muy colorista, con innumerables complementos que evocan la hípica, el glamour, los olores intensos, la mirada distante y la palabra sotto voce….”Todos los Celestiales exigen sacrificios.”
· No aceptan al que triunfa, porque su triunfo es el mérito de la mediocridad y disponer de buenos amigos “colocados”.
· Si el tósigo ha penetrado en el interior de vuestras entrañas, sus efectos son devastadores, pues creceréis creyendo que no os ha tocado, pero ha transformado de tal manera vuestra naturaleza, que ya no sois el cuerpo narcisista que os considerabais en otro tiempo, reivindicando en contra de esa parte maldita sometida a la temporalidad, al dolor, y, en último extremo, a la muerte.
· El vigor, la elegancia, el heroísmo, el júbilo, la envidia, la desconfianza y la difamación no sólo responden a un talante, ético, esas son sus “virtudes”, sino que esconden un desprecio que se aparta de la vida, pues ya no son capaces de hacer lo que desean por encima de todo; no son capaces de crecer por encima de ellos. Reniegan de la vida y de la tierra.
·En el interior de sus cuerpos y sus mentes, esos despreciadores de la vida, están incubando una nueva forma de “subjetividad”, una “nueva carne”. Dejara de ser natural, proliferarán en él los implantes y los injertos en un rediseño paroxista, sometido a la auscultación, sino a su hibridación, fragmentación e incluso vaciamiento.
P.D.:
No hay remedio infalible para su curación. Alejarse de los causantes, ignorarlos, no prestarles atención. Preferiblemente, erradicar el odio transmitido. Buenas dosis de humor y mucha paciencia. Son tontos que se ahogarán en sus propios remedios-me pareció escuchar: guía de ciegos-Si tienes la mala suerte de encontrártelos y no los puedes evitar, adelántate a sus intenciones, dales un beso en la mejilla y entrégalos…a sus verdugos.
“Rio diáfano. Pájaros blancos.
Las montañas verdean,
Y las flores lucen más frescas.
En estas contemplaciones
se irá pronto la primavera.
¿Y qué estación del año
me llevará a mi hogar,
hace tiempo abandonado?” (Poema chino)
José Luis Pérez Aparicio
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