viernes, 4 de mayo de 2012

Prólogo

Es un placer para este humilde Director poder, un año más, prologar esta revista. Me consta de las dificultades de todos los cursos, pero sé de buena tinta, que este está constando considerablemente más. Las razones son muy variadas, yo se la achaco a lo que, en términos deportivos, llamamos una “pájara”. El D.R.A.E. la define de la siguiente manera: bajón físico súbito que impide al corredor mantener el ritmo de la carrera. Esta situación afecta, no sólo al cuerpo, sino sobre todo a la mente, pues la inunda de una especie de letargo, que te va quitando lo que los bergsonianos llamaban el “Élan Vital”, las ganas de ser expansivo, comunicador y creativo. Parece como si fuerzas reactivas contra la vida cultural se hubieran apropiado del Cegarra.

Pero el espíritu combativo, hasta cierto punto aventurero y emprendedor, pertenecen a nuestro acervo cultural. Como dice María Cegarra en unos de sus poemas:
“(…) Castigo y consuelo/debatirse/Entre el no y el sí/De tu mandato/Entre el sí y el no/De tu misterio/Y llegar a encontrarse/Palpitando llena de incertidumbres y deseos.”

Este nuevo número, con nuevo formato digital, no sólo es el resultado de una fuerza mayor, de tipo económico, que nos impide su edición en papel, sino que está guiado por el deseo de experimentar y ofrecer una plataforma que está más acorde con las nuevas tecnologías, que tanto le gustan y dominan  nuestros alumnos.

No podemos dejar morir las palabras, no podemos dejarnos tentar por la desidia, ni desanimarnos por la eficaz gestión de nuestros políticos, ni porque ni el Real Madrid y el Barcelona no acudan a la Champión League. Lo que nos une y nos determina es una fuerza activa que como dice Nietzsche: “En el oscurecido estado de tristeza, enfermedad, contrición, nos es grato ver que todavía brillamos para otros y que estos perciben en nosotros el esplendente disco lunar. Mediante este rodeo participamos de nuestra facultad de iluminar”. La luz de la cultura, de la Ilustración es síntoma de que la decadencia está  todavía lejos y la expectativa de un tiempo mejor nos urge.

Recogemos en esta revista una pequeña muestra de nuestra vida académica, a lo largo de este curso, y ella nos inunda de alegría compartida, pues nos recuerda qué poco placer basta a la mayoría para hallar la vida buena. ¡Qué modestos que somos!.

Qué la disfrutéis y la hagáis merecedora de vuestros anhelos.

En La Unión, a 26 de abril de 2012
El Director
Fdo.: José Luis Pérez Aparicio

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